Tubbataha

A finales de los 80 el gobierno filipino le otorgara el estatus de Parque Nacional Marino.El arrecife de Tubbataha se localiza a 150 Km al sureste de Puerto Princesa (Isla de Palawan) y lo conforman dos pequeños atolones – norte y sur – con una diminuta isla en cada uno de ellos; apenas un poco de arena y algunas plantas sobre las que anidan miles de aves marinas.  Esta escasa orografía y su alejada localización hacen de este un lugar muy expuesto a vientos y oleajes, por lo que la temporada óptima para el buceo queda reducida a unos pocos meses al año, entre Marzo y Junio, con cupos reducidos de visitantes. Por otro lado todo ello contribuye a que el impacto humano sea mínimo y este ecosistema único se mantenga perfecto con el paso de los años.

Como es de suponer, un lugar de estas peculiaridades solo es accesible en un buen barco de crucero para buceadores, que nos garantice la navegación y con el cual podamos explorar todos los puntos de inmersión que encontramos alrededor de los dos atolones, en donde predomina el buceo de pared. El plan de inmersiones suele ser tan intenso como los buceadores quieran, realizando entre 4 y 5 inmersiones al día (dependiendo del crucero) y para lo cual se recomienda el buceo con nitrox. Las inmersiones de la mañana – de acuerdo a una correcta planificación – suelen ser las más profundas, pudiéndose alcanzar cotas de 30 m. y 35 m., mientras que las dos de la tarde se enfocan a lugares menos profundos, al igual que la nocturna. El total de días del crucero suele repartirse de igual manera entre los dos atolones, relativamente próximos entre si.

En general una buena parte de la inmersión suele centrase en la búsqueda de fauna grande; las mantas o los tiburones ballena suelen estar en cotas más superficiales, al igual que barracudas y cardúmenes de carángidos, mientras que los grandes atunes, los tiburones grises o los puntas blancas suelen abundar más en cotas mayores, aunque no por ello implica superar los 25 metros de profundidad. Por supuesto un permanente desfile de miles de peces de arrecife, encuentros con tortugas o cientos de gorgonias, alcionarios y corales de todo tipo completan unas inmersiones perfectas, en un agua con visibilidad superior a los 50 metros.

Atolón Norte
Es el mayor de los dos atolones y tiene una forma alargada que se extiende del noreste al suroeste. En su extremo norte se localiza el pequeño Islote de los Pájaros, una diminuta mancha de arena blanca plagada de aves, en medio de un infinito mar turquesa; en el extremo opuesto divisaremos la “Ranger Station”, una especie de hangar/contenedor alzado sobre pilares a modo de  palafito, y en donde viven (o malviven) un destacamento de 8 rangers encargados de la vigilancia del Parque Nacional.

Alrededor del atolón existen 9 puntos de buceo, con tentadores nombres como Sharks Airport, Gorgonian Chanel, Seafan Alley, y otros curiosos calificativos como  Washing Machine o  Wall Street. Resulta difícil decidir cuál de ellos es el mejor, porque ciertamente todos son de una alta calidad; en todos los casos encontramos una parte somera que se extiende de una forma muy amplia, hacia el interior del atolón, mientras que en sentido opuesto en seguida se transformará en una espectacular pared o una pronunciada ladera, en ambos casos totalmente abierta al océano.

En todo momento el buceador que visita estos fondos ha de estar atento a lo que ocurre en “el azul”, pese a que la actividad del arrecife en ocasiones nos distraiga totalmente, ya que de lo contrario podemos perdernos algunos encuentros muy apetecibles. No deja de sorprender el gran número de atunes dientes de perro (Gymnosarda unicolor) que surcan estas aguas, llegando a ser habitual contar 15 o 20 ejemplares en cada inmersión, y de tamaño realmente considerables cercanos a los 2 m.

Estos animales suelen ser tímidos, pero en Tubbataha muestran una curiosidad infrecuente, acercándose mucho a los buceadores. Las mantas y las águilas marinas suelen ser otras de las especies que merodean frente a las costas, aunque también se encuentran en las zonas más superficiales del arrecife, al igual que las tortugas, que parecen ignorarnos por completo mientras devoran una medusa o dan buena cuenta de un coral blando.

Otro de los visitantes de la zona es el tiburón ballena. Suelen ser ejemplares de talla media (8-10 m.) y no suelen aproximarse en exceso a la pared, por lo que en determinados casos una incursión en las aguas más abiertas puede depararnos buenos resultados, siempre y cuando las condiciones de corriente nos lo permitan, aunque la tremenda claridad nos ayudará a mantener contacto visual con el arrecife a bastante distancia del mismo. Y si el azul es apasionante el arrecife no lo es menos, ya que la actividad de vertebrados es enorme y en una sola inmersión podremos fotografiar una completa muestra de la fauna más representativa de Indo Pacífico: peces ángel, mariposas, soldado, meros, escórporas, damiselas, lábridos, globos, ballestas, cirujanos, etc.

Atolón Sur
Con una orientación norte-sur y un tamaño la tercera parte que su “hermano” del norte, este atolón es inconfundible por el pequeño faro que corona el único islote, en este caso en el extremo sur. A lo largo de su perímetro ofrece 7 puntos de inmersión, a cual más interesante: Black Rock, Light House, South West Wall, Itim Na Bato, Delsan Wreck, … En todas ellas se mantiene la constante que veíamos en el norte, con plataformas coralinas, laderas pronunciada y paredes verticales.

Los visitantes pelágicos suelen ser los  mismos, una “monotonía” de avistamientos de mantas o tiburones que no disgusta a nadie. Como contrapunto a los grandes animales, tanto en el sur como en el norte, la oscuridad de las nocturnas nos obligarán a centrarnos en la vida más pequeña, y ciertamente lo agradeceremos, ya que el universo de criaturas que iremos encontrando será apasionante. Los nudibranquios, como cabría esperar, son abundantes y variados,  pero los crustáceos suelen llegar a acaparar gran parte de la atención: gambas sarón, cangrejos decorados de todo tipo, cangrejos de las gorgonias, gambas boxeador, cangrejos ermitaños, mantis aplastadoras y arponeadoras o las diminutas gambas comensal de la estrella cesta (Periclimenes lanipes).

Otros de los pequeños animales que podemos ver, tanto en la noche como durante el día, son los atractivos caballitos de mar pigmeos. En Tubbataha, especialmente durante la inmersión en Light House, el más abundante es el hippocampus denise, un   diminuto pez que adecua su color a la gorgonia en la que habita. Suelen encontrarse en parejas y en ocasiones forman pequeños grupos en una mima gorgonia. Con la cola extendida no llegan a superar los 18 mm. Son animales tímidos y con los que hay que tener paciencia si queremos fotografiarles sin llegar a molestarles.

Y de regreso al día, los protagonistas son de nuevo los más grandes. La inmersión en Delsan Wreck, pese a  que su nombre nos puede llevar a pensar que bucearemos en un pecio, es una estupenda inmersión en arrecife con dos protagonistas indiscutibles: barracudas y carángidos.

Las primeras suelen formar cardúmenes medianos, de 70 o 10 individuaos, siendo más frecuentes de ver en el veril de la pared o a unos cuantos metros de esta; la misma técnica de adentrarse unos metros en el azul nos garantizara su encuentro y si nos sabemos aproximar las conduciremos lentamente hasta la plataforma arrecifal. Los carángidos son más frecuentes de ver en el interior de la plataforma, y sus cardúmenes pueden ser realmente impresionantes, con cientos de ejemplares, fragmentándose en ocasiones en varios grupos, para minutos después unirse de nuevo en una gran “bola”, para deleite de buceadores en general y fotógrafos en particular.

Bien sea por las baracudas o los carángidos, los tímidos peces halcón o los descarados peces Napoleón, los coloridos alcyonarios o las gigantescas esponjas, en Tubbataha cada inmersión es una gran inmersión. Un lugar que no deberíamos perdernos y que si visitamos solo pensaremos en regresar.

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