HOMBRES COCODRILO
Fotos: Charo Gertrudix y Felipe Barrio
La región del río Sepik, en el noreste de Papúa Nueva Guinea, es el territorio de los hombres cocodrilo, una de las etnias más singulares de este peculiar país, que mantienen muchas de sus tradiciones en estado puro. Una de estas costumbres, que da nombre a la etnia, es la de realizarse escarificaciones en el cuerpo para imitar a la textura de la piel de los cocodrilos.
Según sus creencias, sus antepasados eran los cocodrilos, algunos de los cuales salieron del agua y se adentraron en la tierra, convirtiéndose con el tiempo en humanos. Ahora los hombres de estas tribus realizan un rito iniciático para adquirir la fuerza de los cocodrilos mediante un doloroso procedimiento, un tanto traumático y sangriento, por el cual abandonan la sangre de su madre que es sustituida por la sangre del hombre. Para ello se realizan decenas de cortes en la piel del pecho y la espalda que da como resultado infinidad de abultadas cicatrices y esa apariencia de “piel de cocodrilo”.
El proceso viene precedido de un internamiento de seis semanas en la casa de los espíritus – unas construcciones vetadas a las mujeres de la tribu – en donde los candidatos aprenden una serie de destrezas. Pasada la ceremonia de las escarificaciones regresan nuevamente a la casa de los espíritus donde son tratados de sus heridas durante varias semanas más, para finalmente salir como hombres cocodrilo.
Este es sin duda el rasgo más representativo de estos pueblos que habitan las orillas de la cuenca este del Sepik, pero el viajero que se adentre en esta recóndita región también podrá disfrutar de la simple convivencia con estas gentes, muy acogedoras y que nos sorprenderán con sus danzas tradicionales, su música y su artesanía, un rasgo igualmente representativo de esta región.
En cualquiera de las aldeas encontraremos numerosas tallas de madera que representan a los cocodrilos y a muchos otros animales, máscaras, ídolos, tótems, etc., y por supuesto sus impresionantes construcciones: las casas de los espíritus.
Posiblemente la mejor manera de conocer una parte del Sepik (un río sinuoso con más de 1.100 Km. de recorrido) sea a bordo de una piragua tradicional, construida con un gran tronco vaciado, que puede tener capacidad para seis o siete personas. No es un viaje cómodo, ya que tendremos que estar expuestos a las inclemencias del clima y contar con las únicas comodidades que podamos cargar en nuestra pequeña embarcación o que nos ofrezcan los lugareños en cada uno de sus poblados, pero la vivencia puede ser realmente auténtica e incomparable.
Papúa Nueva Guinea es un país fascinante, en donde sus más de 700 tribus, muy diferentes entre sí, son una fuente inagotable de experiencias para aquellos viajeros dispuestos a explorar uno de los últimos reductos vírgenes del planeta.
En Última Frontera contamos con largos años de experiencia en la organización de expediciones al interior del país, algo que nos ha hecho merecedores del reconocimiento de las autoridades de Papúa Nueva Guinea, otorgándonos en 2010 el certificado Wantok, que nos acredita como especialistas en este destino, única agencia en España que cuenta con dicha certificación, y una de las pocas del mundo.
Charo Gertrudix 28 abril, 2020 a las 19:43
Cuando viajas a lugares como el Sepik y compartes vivencias con esta gente, te resulta increíble que hoy en día puedan existir pueblos así. No me atrevo a asegurar que sean más felices que nosotros, porque eso sería una frivolidad por mi parte, lo que si puedo decir es que la sensación de hospitalidad cuando visité el Sepik no lo he encontrado en ningún otro lugar del planeta.
Ultima Frontera 28 abril, 2020 a las 19:47
Papúa Nueva Guinea es así. Un destino único.
Marisol - avon peru 19 mayo, 2020 a las 00:09
Es increíble que en este siglo aún sigan existiendo personas en lugares recónditos donde la civilización o el hombre moderno no ha llegado aún pero viendo desde otro punto y en esta época de pandemia, debe ser una suerte para ellos porque quedan aislados de estos virus que asecha a todo el mundo. En parte es beneficioso para ellos, en fin tiene su pro y si contra.
Muy buen artículo.
Felipe Collazos Arias 29 abril, 2020 a las 17:04
Pues si Charo, comenta eso, habrá que ir algún día.
Por cierto, ¿con que destino de buceo hacer la extensión?.
Saludos,
Un abrazo fuerte.
Ultima Frontera 28 mayo, 2020 a las 18:36
Pues con cualquiera de la propia Papúa Nueva Guinea. Uno de los mejores destinos del mundo para buceo en arrecife coralino en Walindi – Kimbe Bay. Puedes ver toda la información en http://www.ultima-frontera.com/sites/uf-viajes/destinosdebuceo/walindi/